martes, julio 17

Vengo por mí


He dicho tanto
que los muertos
abrazan mis noches

Una respuesta usada
adornando nombres
y sus caminos
como melodías viejas
tiritando de sangre,
renovando frases
arrodillándose extensas

Pero no es el frío,
ni las alas
anunciando más piel

Sino que el reconocerse
en la risa,
en el sermón
de las edades
desde una espera añeja