sábado, febrero 23

Perder (se)


A Monica

(Me recordo a tu "ahora")

Requiero una muerte
desmontada del silencio,
una semilla que nazca de tu hombro
y abandone raíces en mi espalda

Entonces, querer un arreglo provisorio:

Una lengua deshuesándome el aliento,
mientras otros dedos habitan los contornos

Como las nubes

Tu sombra
fragua una rebelión casi eléctrica:

la piel incendiando la mañana,
la piel anudándose tus nombres,
la piel disimulando faltas
siempre, como en fuga

Exhalando tu aliento
sin halarlo entre los dientes,
suspendiendo la mirada
sin determinar la longitud de los ojos:

Un país como de alambre
filtrándose en los gestos.

miércoles, febrero 20

Muro


No se trata de esconder los brotes,
es más bien deshabitarse,
evadir con cierta desesperación al silencio:

Gritar para adentro palabras como de ceniza,
llenar los márgenes
de sílabas que apenas te componen,
esconder (de mentira) tus ojos
y callarse el hambre

Esa, la palabra de sal
que saliva bajo la lengua:

descoser nombres con los dedos,
parafrasear lunares con la lengua,
aturdir a tu nombre con un beso

sábado, febrero 16

Como una rueda por dentro

El humo escapa de la boca,
rueda en las veredas
balanceando un nombre como de lluvia
una humedad que a entre dientes
suena a desierto

Y rueda la mirada
entre otras palabras que ya no divulgo,
que entre miles de otras bocas
esconden grietas tras el silencio:

Dedicarse a espinar las nubes
con los ojos medios ajados;
alunizar un rostro
sin completamente conquistarlo,
inventar el peso de otro cuerpo
como una raíz de aire

lunes, febrero 11

Des-anudarse


La resolución absoluta de un incendio inadecuado,
se basa en la suma perfecta del tiempo y sus suburbios.

Si alguna vez la boca tropezó de espantos
o masculló alguna aguerrida palabra,
fue solo por inercia, fue solo el hilo
que hala la inocencia,
esa que se guarda todo momento,
expectante a tus ojos,
mirándome allá, bien lejos de mi mismo,
queriendo tocarte y tocarme,
.
Descubrirte
en el barniz viejo de tanto cuento,
en las pecas del muro
en el que solías deshojar las mañanas,
como rogándole a las nubes una lluvia de ideas,
un desvestir al tiempo
con los ojos acólitos del llanto,
al desmadejarse de obsesiones
porque se desconocen las ganas,
porque el que se nos va,
es el que ya no fuimos,
el que después de un porque de instancias,
se sienta a esperar la decadencia
de la melodía que se esconde bajo las uñas,
.
Bajo el lodo que nos inunda, que nos humedece
casi imperceptible y que nos hace humanos,
ese espacio de la vida que se avienta a la razón,
desconociendo esa inconsciencia deliciosa
que nos llena de tantos otros retratos,
de tantas otras piezas, este tumulto de vacios
que nos descompone o compone,
abrazando a la sombras,
la que se aletargan, se encarnan y gritan ,
como un abismo dentro de uno mismo,
un árbol enlazando sus raíces a falta de semillas.

miércoles, febrero 6

Animales de olvido


En este rincón, el vacío,
la angustia arañando certezas
en alguna remembranza

Inflando su voz de súbito:
el filo de sus sus sílabas
gestando incendios en la lengua

Preñada de nuncas, de prontos y de-ciertos,
de calles sin nombres enlazando las manos:
un decir ayer casi inconcluso

lunes, febrero 4

Lejos




La hoguera que esconde esta palabra
desviste al cielo con la lengua

Amarra al silencio
en un afán pacífico:
como una guerra no descubierta
y una especie de hambre
descansando entre las manos

Un hacer y deshacer de nudos,
de carne entre la carne,
de el hedor que deja desposeerse
a costa de ser vencido.