es una espina en la lengua,
en los cimientos de esta casa,
es una melancolía de sombras
que muda, desbarata las puertas
es sentarse a esperar a uno mismo
espejeando en los ojos de un recuerdo,
oculto en alguna melodía
o entre las páginas de un libro viejo
Ayer:
es una ciudad infundada,
un nombre a la orilla del cuaderno,
cuando la voz se castra
Y mañana,
mañana es una ruta de emergencia:
una luz artificial
en algun vagón del tranvía, titilando.
ºGracias Sr. Mauro.