La noche
abre polvorientos ojos,
y revela el hambre
enredada palabra
Pedaleando el grito
conteniéndote
Mi otra cara
pegada a las orillas,
al filo del pensamiento
cortado sonrisa en la boca
Exhalando el vaho
de tus vacíos,
el viaje de tu silencio
aquí,
al horizonte que te encarcela
Donde pendiendo de la conciencia
te resbalas de la boca
Y descendiendo de mi sombra
el frío
desnuda pétalos
a ojos abiertos
En un minuto desconocido
y feroz
respirando fábulas
Donde le explico a los huesos
el vaivén
de tu oficio abismante
Sonámbula en el espejo,
te abrazas al incendio
que la rigidez de mis nombres
propaga
Una fornicación parietal
sumergiéndote verso,
humedeciendo el eco
que me catapulta
a tu carencia,
el cuerpo que me nace
entre pistilos
degollando al invierno ….
0 Hilvanes:
Publicar un comentario