Habitarme
hoy,
Es
comprender la astucia del recuerdo:
Vóragine de
libros ajados,
Canción mal
tarareada,
mientras la
mañana
desgrana como
un gajo al tiempo,
Es el rumor
de la espera
buscando
asilo en las palabras,
en todas las
sombras que amordazadas
gritan
ahogadas tus formas
Y es difícil admitir,
que los restos
de tu naufragio
se
despliegan por kilómetros sobre mis palabras,
sus muertos
no callan, más bien
susurran en
las sílabas flojas.
Y no aprendí
a anudarme el alma,
ni a agobiarme
de relojes,
más bien no
pierdo el pavor,
el derecho a
oscurecer:
Desearte tan
contrario al sueño,
cuando el
frío huele a carencia,
y la latitud
del llanto
te estrella
palabra aquí en mi boca.
