jueves, agosto 16

Passenger seat



El trato era expulsar los ojos,
y verse de dentro,
arrebatada,
insípida,
con la vida en la solapa,
abrazando soles
donde se muerden sombras


Pero el rincón es otro,
una ausencia exorbitada
calando huellas,
de barro,
de lluvia,
de polvo,
de llanto


Y las muelas
ya no lustran palabras,
la lengua ya no descose significados,
porque los párrafos se desmoronan,
la poesía se encoje,
y esta humanidad
languidece de frío


Me paso inerte,
descosiendo muñecas,
venas, gritos,
o sólo carne,
gritar todo lo que pueblo,
los despojos de ira
en todas las habitaciones


Me voy
pero siempre vuelvo,
inexperta
como de espanto,
con una anemia de muecas
que a ratos desconozco

2 Hilvanes:

.].ëXh!B¡ç¡øN!§Ta.[. dijo...

Preciso.

Precioso.

Qué desesperación, mirar hacia dentro y ver algo que no te gusta. Qué desesperación, mirar hacia fuera y ver algo peor.

¡Estorban los ojos! Eso pasa, si la gente los cerrara un momento, la humanidad podría aún salvarse al percibir aquellas cosas que son más importantes que la imágen.

Y hablando de imágen... ¿qué imágen tengo yo? ¿Qué imágen tienes tú? Yo no sé quién soy, se mezclan los sufrimientos, las máscaras de protección y los deseos frustrados, ¿qué te mueve ahora a tu destino? La casualidad tal vez... ¿y la voluntad? No. Ella se pierde por ahí, por ahí en algún error, en alguna persona, en algún invierno, en una cita a la que nadie llegó. Y entonces la rabia, la ira, los gritos, el miedo, el frío... y luego, la inmovilidad. El existir. No el vivir.

Es un placer intelectual visitarte. Déjame disfrutarlo así por un tiempo más, antes que me venza la curiosidad de tu persona y te dé mi msn, donde aún podemos ser palabras e ideas.

Un abrazo tibio, niña.

PD: me encanta la música que acompaña este lugar, la atmósfera perfecta.

Anónimo dijo...

Tú poesia, siempre será eterna aqui y en todos lados...
te admiraré siempre...
siempre.